En el bullicioso Passeig des Born, donde turistas y locales se entrelazan en un vaivén constante, la Policía Local tuvo que intervenir. Un grupo de indigentes, conocidos por su presencia en la zona, se vio envuelto en un pequeño incidente cuando los agentes les pidieron que retiraran unos cartones que habían colocado sobre la acera. ¿La razón? Crear espacio para el paso de las personas y evitar molestias.
Una situación cotidiana
La llegada de los policías no pasó desapercibida. Con una mezcla de curiosidad y desinterés, transeúntes observaron cómo esos cartones eran apartados y guardados tras uno de los bancos del Born. Pero ahí no terminó la historia; mientras algunos se alejaban con indiferencia, otros continuaron disfrutando de sus bebidas alcohólicas bajo la atenta mirada de quienes pasaban. Este grupo ha sido parte del paisaje urbano tanto para vecinos como para comerciantes. Su presencia es casi habitual, aunque rara vez provoca más que un suspiro resignado.
A pesar del esfuerzo policial por mantener el orden en esta arteria principal de Palma, lo cierto es que esa lucha parece eterna. La imagen de un vehículo policial adentrándose en el espacio peatonal resuena con preguntas importantes: ¿qué hacemos realmente para enfrentar esta realidad? Mientras tanto, la vida sigue; unas risas aquí, unas miradas allá, y ese inconfundible aire turístico que ignora lo que sucede justo al lado.