En un ambiente cargado de tensión y críticas, la portavoz de Més en el Ayuntamiento de Palma, Neus Truyol, no se cortó un pelo este lunes al advertir al alcalde Jaime Martínez que en Cort no es él quien lleva las riendas, sino que, según ella, todo lo decide Fulgencio Coll. «Es la ultraderecha quien dicta la letra pequeña, y el PP la acepta con entusiasmo», sentenció durante su intervención en el Debate del Estado de la Ciudad. Con palabras directas y firmes, Truyol puso sobre la mesa varios casos de exclusión residencial que están afectando a muchos palmesanos.
La realidad detrás del optimismo oficial
Añadiendo más leña al fuego, resaltó que hoy por hoy quienes realmente marcan el rumbo político en Balears no son ni la señora Prohens, ni tampoco Martínez. La verdadera cúpula del poder está formada por Coll, Manuela Cañadas, y hasta Santiago Abascal. Así lo dejó claro mientras recordaba decisiones polémicas como la protección patrimonial a Sa Feixina o las restricciones sobre lengua catalana y educación pública.
A pesar del optimismo que derrochó Martínez en su discurso, Truyol fue contundente: «Palma no es la misma ciudad para todos». Hay ciudadanos que luchan día a día para llegar a fin de mes. Criticó duramente cómo el PP ha transformado Palma en un juego de monopoly donde siempre gana “la banca” mientras las familias se ahogan.
No paró ahí; también arremetió contra los problemas como la saturación del transporte público en la EMT y el empuje hacia una cultura que arrincona el catalán. Junto a sus compañeros mostraron camisetas y una bandera verde como símbolo reivindicativo. Además, cuestionó los planes turísticos del PP para convertir Palma en capital cultural.
En medio de esta tempestad política, Truyol propuso soluciones concretas: regular los pisos de alquiler, sancionar a quienes tienen propiedades vacías e incluso recuperar proyectos olvidados como el tranvía. Un claro llamado a mejorar nuestra ciudad desde unas bases justas y equitativas.