En el último Debate del Estado de la Ciudad, el portavoz del PSOE en Palma, Xisco Ducrós, no se ha cortado a la hora de criticar los dos años de gobierno de Jaime Martínez. Según él, estos años son como un viaje en el tiempo que nos lleva diez años atrás. Esas palabras resonaron con fuerza mientras Ducrós intentaba contrarrestar el optimismo del alcalde, advirtiendo que su discurso está «huérfano de realidad».
«¿Cómo puede gestionar Palma como si fuera un negocio inmobiliario?», se preguntó retóricamente. La ciudad está más sucia que nunca a pesar de las campañas publicitarias y, por si fuera poco, lidiamos con un colapso circulatorio constante. Un panorama desolador.
La vivienda, un tema candente
El tema de la vivienda fue uno de los protagonistas en su intervención. Afirmó sin tapujos: «Palma se ha convertido en la ciudad más cara para vivir» y acusó al alcalde de escudarse tras excusas ajenas para justificar esta situación. Según Ducrós, estamos ante cifras alarmantes: «La mayor cantidad de personas sin hogar en nuestra historia». Y es que, gracias al PP, Palma se ha transformado en un lugar donde compartir habitación es lo único viable.
No dejó pasar la oportunidad para criticar el decreto sobre vivienda y calificarlo como un plan de choque fracasado. Además, exigió claridad sobre futuras construcciones en áreas rústicas. Pero eso no fue todo; también arremetió contra la ordenanza cívica y otros temas como el desmantelamiento de la Oficina de la Defensora y la entrega del castillo de Bellver a Louis Vuitton.
Un reproche particularmente incisivo fue hacia el retraso en programar una reunión con las escoletes en huelga: «Tiene tanto lío entre viajes y cócteles que no encuentra tiempo para buscar soluciones». La saturación turística también fue objeto de crítica; recordó que hace un año se prometieron medidas para abordar este problema, pero hasta ahora nada parece haberse movido.
Con firmeza reclamó una prohibición total del alquiler turístico en Palma: «No queremos una Palma que parezca una postal; queremos una Palma donde vivir dignamente sea posible», concluyó con determinación Ducrós. Las palabras resonaron entre los presentes y dejaron claro que los desafíos son muchos y las soluciones urgentes.