El paisaje de s’Aigua Dolça sigue siendo un enigma para todos. Este miércoles, el lugar aún se encuentra en obras y la incertidumbre sobre cuándo abrirán al público las nuevas instalaciones deportivas es palpable. El Ajuntament no quiere arriesgarse a dar una fecha, aunque aseguran que las obras están casi completadas, en un 99%. Sin embargo, el anuncio de un sobrecoste de 2,2 millones debido a imprevistos ha hecho que la situación sea aún más tensa.
Una historia de retrasos y promesas
Para hacer frente a este desajuste, Cort ha tenido que reprogramar una partida de 1,3 millones. En total, esta construcción ha costado 10,8 millones a los bolsillos municipales. Se había hablado de abrir en septiembre, pero ahora parece que esa meta se aleja cada vez más; la portavoz municipal, Mercedes Celeste, no se atreve a confirmar nada y menciona incluso que podría demorarse hasta 2026. “Una vez entregada la instalación no perderemos tiempo”, asegura con cierta esperanza.
Las obras comenzaron en 2021 y desde entonces han sido un camino lleno de baches; problemas como capas freáticas o cuevas han obligado a cambiar el proyecto original. A pesar de ello, el IME ya tiene todo preparado para su inauguración prevista para 2025: socorristas listos y servicios esenciales organizados.
Mientras tanto, los vecinos de El Terreno siguen esperando con impaciencia. Para muchos de ellos, este proceso parece eterno. “Parece que va a ser ya pero lo hemos oído tantas veces”, comenta una vecina cansada del tira y afloja constante. Otro residente añade su preocupación sobre los precios y el aparcamiento cuando finalmente abran sus puertas: “No olviden lo mal que nos fue durante las obras por el cierre de la calle”.
Este ambicioso edificio contará con seis plantas: cinco sobre el nivel del suelo y una soterrada. Habrá un restaurante y dos piscinas –una olímpica y otra más pequeña– además de espacios polivalentes e incluso un aparcamiento con 117 plazas para facilitar el acceso.