En el corazón de la ciudad, donde el bullicio y la vida se entrelazan, ARCA y Flipau amb Pere Garau han levantado la voz nuevamente. Desde que comenzó la remodelación de la calle Nuredduna en 2020, estas entidades no han dejado de señalar los problemas que surgen con cada cambio. Ahora, la instalación de una terraza en la Plaza Columnas ha encendido aún más las alarmas.
Peligros ocultos tras una terraza
La semana pasada, un autobús de la EMT se vio involucrado en un incidente que hizo temblar a más de uno: arrasó un semáforo que luego cayó sobre el mobiliario de esta polémica terraza. Afortunadamente, nadie resultó herido, pero esto deja claro lo peligrosa que puede ser esta instalación en un lugar tan transitado. En sus palabras: «La EMT ya había sugerido mantener el tránsito del transporte colectivo por Nuredduna y Plaza Columnas», pero parece que esas recomendaciones cayeron en saco roto.
Aparte del tráfico caótico, las asociaciones han criticado cómo esta nueva estructura limita la movilidad peatonal. «Es inaceptable ver cómo una terraza interfiere con los pasos peatonales entre Uetam y Nicolau de Pacs», lamentan. Lo más preocupante es que este tipo de decisiones han alterado completamente la esencia del diseño original creado por los arquitectos Guillem Forteza y Federico Climent.
Las voces críticas enfatizan que se ha perdido esa conexión armoniosa entre calles al eliminar pasos de cebra vitales. Hoy, todo el tráfico se concentra en un solo tramo causando socavones y poniendo en riesgo tanto a peatones como a vehículos. La cuestión es clara: ¿quién está velando por nuestra seguridad?