El Castell de Bellver, ese emblemático lugar que todos apreciamos, ha estado bajo el foco de atención por una razón que nos indigna a muchos. ARCA, la asociación que vela por nuestro patrimonio, ha denunciado que Louis Vuitton ha tenido acceso exclusivo al castillo durante más de diez días para presentar su nueva colección de joyas. Un uso comercial y publicitario que deja mucho que desear.
Imagina que un bien tan preciado como este se convierta en un simple telón de fondo para las grandes marcas. «El rendimiento económico del patrimonio público no debe ser la prioridad», afirman desde ARCA con razón. Y es que, ¿quién se beneficia realmente de esta situación? La asociación ha solicitado información al Ajuntament sobre las condiciones del contrato y los fondos recaudados, supuestamente unos 150.000 euros. Pero hasta ahora, solo han recibido silencio.
La preocupación por el futuro del castillo
No solo les preocupa el dinero; también están alerta ante los posibles daños a la conservación y mantenimiento del Castell de Bellver, un Bien de Interés Cultural (BIC) protegido. «Es único en el mundo», subrayan desde ARCA, recordándonos lo valioso que es preservar este legado.
Aún hay más: existe una normativa clara sobre la prohibición de publicidad en edificios históricos, algo que puede estar en juego aquí si no se cumplen las regulaciones necesarias. Y lo más preocupante: los derechos de visita para nosotros, los ciudadanos. Es fundamental garantizar esos cuatro días gratuitos al mes y reponerlos si son eliminados por estos eventos privados.
Finalmente, ARCA hace hincapié en la necesidad urgente de un Plan Director de Conservación para el castillo. Sin él, cualquier intervención podría ser perjudicial y descoordinada. El tiempo corre y nuestras joyas patrimoniales merecen cuidados adecuados y respetuosos.