Imagina pasear por el emblemático Castillo de Bellver, ese lugar que todos hemos admirado y que forma parte de nuestra historia, y de repente, encontrarte con unos enormes carteles que prohíben hacer fotos. Sí, así es como ha amanecido este icónico monumento en Palma, gracias a un evento privado organizado por Louis Vuitton. El PSOE de Palma no ha tardado en alzar la voz ante lo que consideran una clara «privatización» del espacio público por parte del alcalde Martínez.
Una denuncia necesaria
Los socialistas han denunciado esta situación, haciendo hincapié en que la marca de lujo ha impuesto restricciones absurdas: ni una sola fotografía puede capturar la belleza del castillo durante el evento. Para colmo, han decidido poner carteles prohibiendo incluso inmortalizar el momento desde el exterior. Por eso, han llevado su protesta hasta el departamento de Patrimonio del Consell para solicitar una paralización inmediata y una revisión exhaustiva sobre si se está infringiendo la Ley de Patrimonio Histórico.
No olvidemos que Bellver es un Bien de Interés Cultural (BIC), lo cual significa que goza de máxima protección. Según los socialistas, cualquier intervención temporal debería contar con autorizaciones previas debido a las implicaciones legales y administrativas necesarias para proteger nuestro patrimonio. En su reciente visita al castillo, se encontraron con instalaciones inusuales como torres de aire acondicionado que jamás deberían estar allí sin los permisos adecuados.
Iago Negueruela, secretario general del PSOE en Palma, expresó su indignación afirmando: «Para el alcalde, el castillo está en venta; Palma es una ciudad franquicia donde el lujo lo domina todo». Se hace evidente la preocupación por un modelo urbanístico donde nuestros espacios culturales son relegados a meros escaparates comerciales.