Silvana González y Xisco Ducrós del PSOE, Lucía Muñoz de Podemos, y Kika Coll de Més han decidido dejar la indiferencia a un lado y presentar una moción conjunta en el pleno del Ayuntamiento de Palma. En esta propuesta se habla claro: es hora de reconocer el trabajo incansable de nuestras educadoras que llevan semanas luchando con una huelga indefinida.
Demandas urgentes para un conflicto olvidado
Los tres partidos han alzado la voz contra el alcalde, Jaime Martínez, acusándolo de «dar la espalda» a quienes educan a nuestros pequeños. Ellos no solo exigen que el alcalde tome cartas en el asunto, sino que también piden establecer una comisión para seguir el desarrollo del conflicto. Y hay más: quieren convocar reuniones del Consejo Rector del Patronato Municipal de Escoletes (PMEI) y sugieren utilizar parte del remanente presupuestario de 2024 para mejorar los salarios. Pero desde el equipo de gobierno ya han dicho que eso no es posible por las reglas fiscales. ¡Menuda excusa!
Lucía Muñoz no ha dudado en calificar la respuesta del PP como «insuficiente» y ha lanzado una crítica directa: «Si el alcalde piensa que se puede vivir con 1.120 euros al mes, que intente hacerlo él». No le falta razón, porque esto no es solo una cuestión económica; es dignidad. Kika Coll ha añadido que esta situación es «indigna para nuestra ciudad», hablando sobre la falta de respeto hacia las educadoras.
Xisco Ducrós también ha hecho sonar su voz contra lo que él denomina una estrategia del PP llena de desprecio hacia estas reivindicaciones justas. Ha recordado que hay mecanismos legales al alcance del Ayuntamiento para corregir este desajuste en los contratos firmados durante un mandato anterior. Se justifica diciendo que ahora la situación económica es diferente, pero asegura con convicción que hay capacidad suficiente para abordar este cambio.
Aunque la equiparación salarial no gusta entre todas las trabajadoras –ya que algunas recuerdan haber pasado por un proceso selectivo–, en el Congreso reciente del PSOE se habló sobre la posibilidad de internalizar a estas trabajadoras si su partido vuelve al gobierno. Sin embargo, Ducrós dejó claro: «Hay diferentes mecanismos posibles; lo importante es buscar igualdad». Y sí, tiene sentido; si estamos hablando de servicios esenciales, ¡las condiciones deberían ser iguales! Pero claro está, todo debe ser discutido con quienes están directamente implicados.