En el corazón del barrio de Pere Garau, una situación preocupante ha ido tomando forma en los últimos meses. La asociación Flipau amb Pere Garau ha levantado la voz para advertir sobre la creciente población de palomas que está afectando a los vecinos. ¿Y qué es lo que ocurre realmente? Según los testimonios, hay personas que alimentan regularmente a estas aves, dejando recipientes con agua por doquier y empeorando aún más el asunto.
No se trata solo de un problema estético; las palomas están colonizando edificios abandonados, como ese antiguo cine Fantasio en Joan Bauzà 12, y ocupando los tejados de muchos hogares. Desde Flipau han sido claros: “No queremos criminalizar a nadie, pero hay que poner fin a la impunidad de quienes alimentan a las palomas”. Su mensaje es directo: se necesita acción urgente por parte del Ajuntament de Palma.
Demandas claras para un cambio real
Entre sus exigencias está la aplicación efectiva de la ordenanza municipal que prohíbe darles de comer. Además, piden multas disuasorias para quienes ignoren esta normativa. La limpieza y desinfección del barrio también son prioridades, al igual que un control poblacional ético y sostenible.
No solo eso; quieren lanzar campañas informativas en varios idiomas para concienciar sobre los riesgos de alimentar a estas aves. Con una mano tendida, Flipau amb Pere Garau se ofrece para colaborar con Cort en cualquier iniciativa que busque mejorar la calidad de vida en su querida barriada.