Este miércoles, la historia de Noe Viedma dio un giro inesperado cuando, por fin, los operarios de Emaya llegaron para retirar esos molestos contenedores que habían estado frente a su cafetería en la calle Fausto Morell. Desde mediados de 2023, estos cubos de basura habían convertido su local en un lugar poco acogedor, obligándola incluso a quitar su terraza y espantando a los clientes con olores desagradables. Sin duda, una situación difícil para una madre separada y emprendedora que ha luchado durante años por mejorar su negocio.
Un cambio que celebra todo el barrio
Noe no podía contener su alegría al ver cómo se llevaban esos obstáculos. «Todo el barrio está flipando», compartió emocionada mientras sus vecinos se acercaban para felicitarla. Gente incluso de la plaza de Pere Garau vino a celebrarlo con ella. La empresaria recordó cómo había tenido licencia para tener terraza pero nunca pudo renovarla debido a la presencia constante de esos contenedores. «Ahora por fin puedo abrir mi terraza y disfrutar del sol con mis clientes», añadió con una sonrisa.
El cambio no solo mejora el aspecto del local, también representa un nuevo aire fresco para su negocio. «He llorado mucho al ver esto. Llamé a mis amigos corriendo para contarles lo que estaba pasando», confesó entre risas y lágrimas de felicidad. Y es que este pequeño gran triunfo significa poder ampliar las horas de apertura y ofrecer ese espacio al aire libre que tanto deseaba.
Desde Flipau amb Pere Garau han celebrado esta victoria local como un ejemplo de cómo la perseverancia puede dar frutos. Recordaron también la importancia de seguir apostando por soluciones sostenibles en el barrio más denso de Palma, donde todavía hay muchas necesidades en cuanto a limpieza y servicios públicos. Este pequeño paso marca un camino hacia adelante; porque cuando se trata del bienestar comunitario, todos tenemos voz y voto.