Este martes, las trabajadoras de las escoletes externalizadas del Ajuntament de Palma han hecho historia al alcanzar un seguimiento del 100% en su segundo día de huelga. CCOO y UGT no pueden estar más orgullosos del compromiso que han demostrado estas valientes mujeres. ¿El motivo? Piden una equiparación salarial con aquellos centros gestionados directamente, ya que en los externalizados se dejan hasta 700 euros al mes.
Sindicato contra la injusticia
Los sindicatos no se quedan callados. Han denunciado lo que ellos consideran unos «servicios mínimos abusivos» impuestos por el Ajuntament, llegando incluso a llevar este asunto ante los tribunales. Se lamentan, por ejemplo, de que se permita a las cocineras ejercer su derecho a la huelga solo una hora al día, mientras siguen haciendo el mismo trabajo en menos tiempo. Es indignante.
Aquí es donde entra Cort: los sindicatos afirman que están “desentendiéndose” de sus propias escuelas al escudarse tras la contrata externa, tildándolo como una “irresponsabilidad absoluta”. Y claro, surge la pregunta: ¿acaso el Ajuntament realmente quiere comenzar a trabajar por esta equiparación o va a seguir dando largas? Hasta ahora, lo único que han recibido estas trabajadoras son mentiras y evasivas; un verdadero desprecio institucional y una vulneración del derecho fundamental a la huelga.
No están solas en esto: más de 400 familias ya han mostrado su apoyo con firmas y acciones solidarias. Este miércoles comenzarán las negociaciones para un convenio autonómico con la intermediación del Govern, que presentará un borrador tanto a patronales como sindicatos. En este contexto tan necesario, CCOO ha registrado una proposición no de ley en el Parlament pidiendo dignificar las condiciones laborales del sector y mejorar el convenio estatal.
Aún hay mucho camino por recorrer. El STEI también pide que todos los centros públicos para niños entre 0 y 3 años pasen a ser gestionados directamente por la Conselleria para evitar desigualdades. No podemos olvidar el ejemplo positivo de Menorca, donde un convenio insular ha mejorado notablemente unas condiciones laborales precarias.