Las educadoras de las escoletas externalizadas de Palma, gestionadas por Estudi 6, se han plantado. Este lunes, UGT salió a denunciar lo que califican como un atropello a sus derechos laborales. Las trabajadoras han dejado sus camisetas en la plaza de Cort como acto de protesta, mostrando así su descontento ante los servicios mínimos impuestos unilateralmente por el Ajuntament de Palma.
Apenas 48 horas antes del inicio de una huelga indefinida, que comenzó este lunes, las educadoras recibieron requerimientos que obligan a mantener la actividad normal en los centros. Un 90% del personal -tutoras, cocineras y psicólogas- está convocado a trabajar, lo que en esencia anula su derecho fundamental a la huelga y atenta contra la libertad sindical.
Una situación insostenible
UGT no se quedó ahí y denunció cómo estos servicios mínimos abusivos están modificando las condiciones laborales de las educadoras. Se están cambiando horarios y turnos sin seguir el procedimiento legal correspondiente. Con cambios improvisados y ampliaciones horarias impuestas bajo la excusa de ‘garantizar el servicio’, claramente estamos viendo un ataque directo a sus derechos laborales.
Y como si eso no fuera suficiente, UGT califica como intolerable el intento del Ajuntament y Estudi 6 de silenciar las legítimas reivindicaciones de estas trabajadoras mientras presumen públicamente sobre una supuesta subida salarial del 20%, algo que ha sido totalmente desmentido tanto por los sindicatos como por las propias afectadas.
El sindicato exige una rectificación inmediata respecto a esos servicios mínimos impuestos y pide respeto por los horarios y condiciones laborales pactadas. Además, reclama iniciar negociaciones reales con garantías para mejoras laborales y salariales.
No solo UGT alza la voz; el PSOE de Palma también mostró su apoyo incondicional hacia estas trabajadoras. Su portavoz adjunto, Xisco Dalmau, exigió al alcalde que escuche las demandas de las educadoras y busque soluciones efectivas. Además, piden la destitución del director general de Educació i Infància por su ausencia en un momento tan crítico.
Més per Palma también se suma al clamor: Kika Coll resaltó que no podemos permitir condiciones laborales indignas para quienes tienen una gran responsabilidad en la educación infantil. La dignidad educativa empieza con el respeto hacia quienes enseñan.