La situación en el Paseo Marítimo es preocupante y no hay forma de ignorarlo. La Asociación de Comerciantes e Industriales del Paseo Marítimo (ACOIPAM) ha hecho sonar la alarma: han eliminado más de 1.100 plazas de aparcamiento en esta zona tan concurrida, lo que está llevando a muchos empresarios a sufrir pérdidas económicas alarmantes.
Imagina perder clientes porque simplemente no hay dónde aparcar. Ellos mismos señalan que este recorte ha dejado un vacío impresionante, pasando de 1.341 plazas a menos de 300 disponibles en el lado edificado del paseo. Esto, claramente, afecta no solo a los comercios, sino también a residentes y proveedores que dependen del flujo constante de visitantes.
Una hoja de ruta necesaria que aún espera respuesta
A pesar del clamor generalizado por una solución urgente, la realidad es que hasta ahora no se ha visto ningún avance significativo. Los empresarios han presentado al Ajuntament de Palma y a la Autoritat Portuària un plan ambicioso: una hoja de ruta para los próximos diez años con propuestas como aparcamientos disuasorios y subterráneos, o incluso espacios habilitados delante de las marinas para aliviar el caos.
No obstante, hasta el momento nada parece indicar que esto vaya a cambiar pronto. La falta de soluciones está impactando directamente en la afluencia de clientes y, por ende, en la economía local. Queda claro que necesitan medidas urgentes: desde tickets bonificados hasta mejorar el transporte público conectando zonas periféricas como CLH y Porto Pi.
Y mientras tanto, algunos parecen pensar que todo esto es parte del progreso hacia un transporte público más eficiente y menos contaminación. Pero claro, ¿quién quiere escuchar eso cuando su negocio está en juego? El debate sigue abierto mientras los comerciantes luchan por recuperar lo perdido y buscan soluciones efectivas para salir adelante.