Imagina un momento en el que las murallas de Palma, aún con sus cicatrices visibles y otras invisibles, han sido testigos silenciosos de la historia. Aunque muchas desaparecieron hace más de un siglo, su huella perdura, tejiendo una trama urbana rica en historias y secretos. Mañana, a las 19:00 horas, Ca nOleo será el escenario donde el doctor Miquel Oliver Monserrat nos llevará a explorar «Palma i la evolució de les muralles». Este investigador no solo es un experto en arquitectura militar, sino que también tiene una conexión profunda con los cimientos de nuestra ciudad.
Un viaje por la historia y su influencia
Oliver, director de la Escola Superior de Disseny Illes Balears (EDIB), ha dedicado su carrera a desentrañar cómo estas antiguas defensas han marcado el desarrollo urbano desde el siglo XVII hasta el XIX. Y es que esas murallas no eran solo piedras apiladas; eran respuestas a las necesidades defensivas frente a enemigos históricos como otomanos y franceses. ¿Te imaginas tener que construir muros más altos para resistir cañones? Así fue durante la época renacentista.
A inicios del siglo XX se decidió derribar esas murallas. La ciudad necesitaba crecer; ya no podían ser un obstáculo. Pero lo curioso es que esa decisión abrió paso a nuevos barrios y residencias que ahora son parte fundamental del paisaje palmesano. Las nuevas construcciones fueron pensadas para adaptarse al entorno sin perder la esencia histórica.
A pesar de todo, los vestigios de aquellas antiguas murallas aún están entre nosotros. Restos romanos y musulmanes se encuentran escondidos entre edificios modernos. Y aunque pueda parecer increíble, incluso hoy podemos ver cómo algunos fragmentos resurgen cuando menos lo esperamos.
Sí, hay una conexión entre nuestro pasado y presente que sigue viva en cada rincón. Las puertas que una vez dieron acceso al recinto amurallado ahora son solo nombres en las calles, pero siguen formando parte del alma colectiva de Palma. Así que mañana será una oportunidad maravillosa para reflexionar sobre cómo nuestras raíces han forjado quienes somos hoy.