El pasado domingo, el sol brillaba radiante y la temperatura era ideal para una celebración que ya se ha convertido en un clásico: la IX Fira del Llonguet en Es Pil·larí. Desde bien temprano, cientos de personas llenaron las calles, atraídas por los deliciosos aromas que emanaban de los stands, donde se vendieron más de 9.500 llonguets, esos panecillos que son auténticas joyas de nuestra gastronomía.
Una inauguración llena de alegría
A las 10 de la mañana, el alcalde de Palma, Jaime Martínez, tomó tijera en mano para cortar la cinta inaugural junto a Pedro Medina, presidente de la AAVV. La fiesta comenzó con un pasacalles animado gracias a los Geganters de Llucmajor y la colla de xeremiers que marcaron el ritmo festivo. Todo esto fue posible gracias al esfuerzo conjunto entre la asociación vecinal y el Ajuntament de Palma.
Cuatro hornos se dieron cita este año: el Forn Fondo, La Vida Dolça de Inca y dos locales muy queridos: Forn Can Rafel y Can Biel. En este último, justo a mediodía, ¡el horno estaba a tope! Habían horneado alrededor de dos mil llonguets. Los precios variaban entre 4 y 5,50 euros por pieza y cada uno estaba relleno con una variedad que hacía agua la boca. Desde los clásicos como sobrasada o jamón y queso hasta innovaciones sorprendentes como ternera con mostaza y miel.
Como no podía faltar, se celebró también el concurso ‘El Millor Llonguet’, donde un jurado compuesto por nombres reconocidos del sector culinario tuvo la difícil tarea de elegir al mejor. María Antonia Amengual se llevó el primer premio con su creación deliciosa; Neus Llull del Forn Fondo fue segunda y Dani Yelo completó el podio. Aplaudidos todos ellos mientras recogían sus estatuillas.
Las calles estaban llenas de vida: estands exhibiendo miel local, cervezas mallorquinas e incluso actividades artesanales para los más pequeños. Y no faltaron momentos divertidos gracias al DJ Santi Vega que cerró con broche dorado una jornada inolvidable.
Así es como Es Pil·larí volvió a convertirse en punto neurálgico para miles que querían disfrutar no solo del llonguet sino también del ambiente festivo que envuelve este evento tan querido por todos nosotros.