En la barriada de La Vileta, algunos vecinos no pueden dejar de mirar hacia arriba con una mezcla de preocupación y frustración. ¿Y qué les preocupa tanto? Pues el estado del cableado que cuelga peligrosamente sobre sus cabezas. No estamos hablando de un problema menor; este es un asunto serio que podría tener consecuencias graves si no se toma acción pronto.
Uno de los puntos más críticos se encuentra en la calle Caterina Tarongí, donde los residentes han tenido que habituarse a vivir con el constante riesgo de que estos cables, visibles y descuidados, caigan en cualquier momento. Y si bien todos sabemos que el tiempo pasa volando, lo cierto es que la intervención del Ajuntament de Palma parece estar en un limbo preocupante.
Un peligro cotidiano para todos
Aquí es donde las cosas se ponen aún más inquietantes. Imagina a un niño o a una persona mayor caminando despreocupadamente por la calle y, de repente, encontrándose bajo esa amenaza latente. Además, los vecinos han señalado que la baja altura del cableado puede incitar incluso a algún joven imprudente a intentar colgarse; una idea simplemente inaceptable.
No solo La Vileta está sufriendo esta situación. Barriadas como Son Forteza también padecen este maldito problema, convirtiendo cada paseo en una experiencia llena de ansiedad y miedo. Los residentes ven cómo su comunidad se convierte en un lugar inseguro debido al olvido y la falta de atención por parte de aquellos responsables del mantenimiento.
Es hora de actuar antes de que ocurra una tragedia. Porque mientras seguimos esperando, el peligro sigue colgando sobre nosotros.