En un giro inesperado, el Ajuntament de Palma ha decidido suspender la expropiación forzosa de unos 3.400 metros cuadrados en Sant Agustí, justo al lado de Can Tàpera, que estaban destinados a convertirse en un aparcamiento público. ¿La razón? El terreno ahora tiene nuevo dueño y este ha presentado una alternativa urbanística que promete cambiar las reglas del juego.
Un cambio de planes que sorprende
La parcela en cuestión se sitúa entre las calles Miquel Codolà e Isabel Rosselló, y aunque esta expropiación se había programado hace años para el ejercicio presupuestario de 2024, los acontecimientos han tomado otro rumbo. Antes, la antigua empresa propietaria luchó en los tribunales por mantener su propiedad, pero al final, perdió. El año pasado, Urbanisme comenzó a mover ficha para llevar a cabo la expropiación y hasta aprobó una modificación de crédito con un justiprecio establecido en 655.492 euros.
Aun así, el pasado enero todo dio un vuelco cuando esa misma empresa vendió los terrenos a otra compañía. Esta nueva mercantil no solo pidió al Ajuntament frenar el procedimiento de expropiación; también presentó una propuesta para alterar la ordenación urbanística del área. Su objetivo es ofrecerle a Cort una opción que pueda satisfacer sus intereses sin necesidad de pagar el justiprecio ni pasar por la expropiación.
A pesar de las dudas sobre los detalles concretos de esta nueva propuesta –que desde el Ajuntament aún no han aclarado– lo cierto es que Urbanisme está dispuesta a estudiar lo que se plantea. Y así, con este trasfondo tan cambiante, la historia del aparcamiento público en Can Tàpera da un paso atrás mientras todos esperan ver qué sucede a continuación.