La reciente presentación del proyecto de reforma de la plaza Mayor ha dejado a muchos con un sabor agridulce. La asociación ARCA, que se dedica a conservar nuestro patrimonio, no ha podido evitar expresar su preocupación. Tras seguir atentamente lo expuesto en el vestíbulo de Cort, han señalado que la propuesta ganadora, elaborada por los arquitectos Barceló Balanzó y Scob, tiene tanto luces como sombras.
Patrimonio olvidado
Uno de los puntos más críticos para ARCA es el aparente olvido de elementos cruciales del patrimonio histórico que ya forman parte del corazón de nuestra ciudad. Hablan especialmente del Túnel del Tren, que conecta la plaza Mayor con el Parc de la Mar, y las emblemáticas casetas de la Costa des Teatre, que llevan más de un siglo acompañándonos. “Estos elementos deben estar sí o sí en el proyecto”, enfatizan desde ARCA. Aseguran que el túnel podría incluso convertirse en una pieza clave dentro del futuro Centro de Interpretación.
No comprenden cómo se ha pasado por alto la existencia de las casetas, cuando las bases del concurso claramente pedían su conservación e integración. Además, alertan sobre cómo este nuevo diseño no debería mutilar ningún rincón del paseo; algo que parece estar sucediendo según los dibujos presentados.
A pesar de estas preocupaciones, ARCA también reconoce ciertos aspectos positivos en la reforma. Valoran mucho la idea de crear espacios diferenciados para disfrutar dentro de la plaza y resaltar la luminosidad en las áreas soterradas donde estará ubicado el centro interpretativo. También destacan mejoras en la accesibilidad peatonal desde las Ramblas.
En definitiva, aunque hay puntos a favor, es imperativo escuchar las voces críticas como las de ARCA para asegurar que nuestro patrimonio no acabe tirado a la basura en nombre del progreso.