En el corazón de Palma, las galeras han sido parte del paisaje durante años. Sin embargo, la situación ha llegado a un punto crítico. Todos los partidos en el Ajuntament han comenzado a moverse; tanto Més como Vox están pidiendo alternativas para erradicar este sistema obsoleto. Y no es solo una cuestión de estética, sino de ética y bienestar animal.
Fulgencio Coll, portavoz de Vox en Palma, lo deja claro: «Los propios caleseros nos han pedido una solución porque se plantean que no pueden seguir así». El clamor por un cambio es palpable y necesario. Més también se une al grito, planteando la creación de una mesa de diálogo con todos los actores implicados, desde partidos políticos hasta entidades animalistas. Su concejala Neus Truyol subraya la urgencia: «No hay excusas para continuar permitiendo esta explotación».
Caminos hacia el futuro
La propuesta incluye medidas concretas, como estudiar opciones más modernas como las galeras eléctricas que ya funcionan en otras ciudades. Además, buscan transformar licencias de galeras en permisos para taxis y garantizar una jubilación digna para los caballos. Se trata de dar un paso hacia adelante en la construcción de una ciudad más ética.
Més per Palma no se detiene ahí; advierte que seguirá presionando para eliminar lo que consideran un servicio anacrónico y garantizar el bienestar animal. Por su parte, Lucía Muñoz de Podemos recuerda que antes hubo esfuerzos serios para cambiar este modelo hacia uno más sostenible, pero con la llegada del PP todo quedó en el aire.
Parece que hoy más que nunca, la voluntad está clara: es hora de dejar atrás las galeras y abrazar un futuro donde el respeto por nuestros animales y el entorno sea prioridad.