En un giro que no deja a nadie indiferente, el Ajuntament de Palma ha decidido invertir 61.000 euros en la compra de un coche nuevo para la Alcaldía. Sí, lo han oído bien. Este vehículo de alta gama ya descansa en la Plaza Santa Eulàlia, como un símbolo de modernidad y, quizás, un poco de ostentación.
Mercedes Celeste, portavoz del equipo municipal, no se anda con rodeos y asegura que este automóvil está adaptado a la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), justificando así su precio elevado. «Los coches antiguos llevaban más de 20 años en funcionamiento», explica, como si eso hiciera que gastar una cifra así fuera más razonable.
La necesidad frente al lujo
Pero aquí es donde muchos nos preguntamos: ¿realmente era necesario? La factura se desglosa en 51.000 euros más 10.710 de IVA; una suma nada despreciable en tiempos donde las prioridades deberían ser otras. Además, parece que no se quedarán solo con este coche; están planeando traer dos vehículos más esta semana y evaluar si también necesitan luz verde para ellos.
No todo acaba ahí; la Junta también ha dado luz verde a la compra de camas para los caballos de la Policía Montada local. Se trata de once magníficos equinos que merecen descanso cómodo y saludable. El presupuesto máximo es algo más comedido: 34.938,75 euros para el primer año.
Así que mientras algunos ciudadanos intentan llegar a fin de mes, otros discuten sobre cómo justificar gastos elevados en vehículos oficiales. Sin duda, esto da mucho que pensar sobre nuestras prioridades como comunidad.