El cuartel de Son Busquets, un lugar que podría ser emblemático para nuestra ciudad, está en el centro del debate. Este martes, Més per Palma lanzó un dardo directo a la Entidad Pública Empresarial de Suelo (SEPES), acusándola de ignorar las peticiones y necesidades reales que los palmesanos han planteado desde hace tiempo. Y es que, según denuncian, lo que se ha presentado ahora no es más que un viejo proyecto reciclado; la misma propuesta que llevamos viendo desde hace dos años y medio.
Reivindicaciones olvidadas
«Son Busquets se ha diseñado desde un despacho en Madrid, sordo y ciego ante las propuestas de los vecinos», decía con firmeza Neus Truyol, portavoz del grupo. Esta crítica no surge de la nada; cuando ella era concejal de Modelo de Ciudad ya habían expresado su desacuerdo con el enfoque inicial. Presentaron sugerencias que han caído en saco roto: «Cuando trajeron su plan hace un año era exactamente lo mismo y hoy sigue siendo igual», lamentó Truyol. Y es cierto, parece que la cabezonería del SEPES no conoce límites.
Aún más preocupante es cómo se ha desestimado el trabajo valioso de colectivos como Joves Arquitectes de Mallorca o ARCA, quienes ofrecieron alternativas más coherentes y armónicas con nuestro entorno. ¿Qué pasó con esas ideas? En este sentido, Més cuestiona aspectos fundamentales del proyecto: la distribución de alturas, la ubicación del centro educativo junto a la calle Alfons el Magnànim y cómo se integraría todo esto con nuestros edificios históricos. Todo ello plantea errores graves que podrían afectar negativamente a la calidad de vida tanto de futuros residentes como de los barrios colindantes.
En resumen, el proyecto del SEPES no solo parece alejado de las verdaderas necesidades de Palma sino que también ignora advertencias formuladas durante más de dos años. Así lo hizo saber Truyol en la reunión sobre Urbanisme al votar en contra del avance del plan. Es hora de escuchar a quienes viven aquí y darles voz en decisiones tan cruciales.