La situación con la gripe aviar se vuelve cada vez más seria. Desde este jueves, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha decidido confinar todas las explotaciones de aves de corral que disfrutan del aire libre en toda España. ¿La razón? Frenar la propagación de esta enfermedad viral tan contagiosa. Aunque suele ser un problema que afecta principalmente a nuestras queridas aves, no podemos olvidar que la cepa actual también tiene el potencial de infectar a mamíferos.
A pesar de ello, las autoridades sanitarias nos aseguran que el riesgo para los humanos sigue siendo extremadamente bajo, limitado a aquellos que están en contacto directo con animales infectados o sus secreciones. Esta medida busca reducir al máximo la interacción entre las aves domésticas y las aves migratorias, ya que estas últimas son portadoras potenciales del virus.
Los riesgos reales y cómo protegernos
La gripe aviar, conocida como influenza aviar, es una enfermedad viral perteneciente a la familia Orthomyxoviridae. Existen diferentes cepas clasificadas en dos grupos: por un lado, las de baja patogenicidad (IABP), que suelen pasar desapercibidas; y por otro lado, las de alta patogenicidad (IAAP), responsables de graves enfermedades y mortalidades elevadas en aves.
Aunque el riesgo para los humanos es bastante bajo, hay ciertas profesiones donde se debe tener especial cuidado. Aquellos que trabajan directamente con aves o tienen contacto con corrales contaminados deben estar atentos. Nunca hemos visto un contagio solo por consumir carne bien cocinada, lo cual es un alivio significativo para todos nosotros.
No obstante, algunos virus han demostrado ser capaces de mutar y saltar barreras entre especies. Las cepas H5N1 y H7N9 son ejemplos claros de esto y han sido vigiladas muy de cerca debido a su potencial zoonótico.
En caso de exposición directa a aves enfermas o entornos contaminados, hay que usar equipos adecuados como mascarillas y guantes. La higiene es clave: lavarse las manos puede ser nuestra mejor defensa.
A veces puede parecer complicado identificar si hemos contraído la gripe aviar, pero debemos estar atentos a ciertos síntomas como fiebre alta o problemas respiratorios. Si has estado en contacto reciente con aves enfermas o en zonas donde hay brotes activos, ¡no dudes en acudir al médico!

