El cielo de Murcia ha sido testigo del adiós a una leyenda, la Patrulla Águila. Este fin de semana, sus aviones, tras 40 años deslumbrando con sus acrobacias, realizaron su última exhibición en un festival que reunió a miles de personas en las playas del Mar Menor. El evento, conocido como Aire25, se convirtió en un homenaje inolvidable.
Un legado en el aire
La emblemática aeronave C-101, apodada ‘Aviojet’, se despidió ante un público entusiasta que llegó a congregar hasta medio millón de personas. A lo largo de 285.000 horas de vuelo y con la presencia del Rey y diversas autoridades, fue un momento cargado de emoción y nostalgia. La base aérea de San Javier fue el escenario perfecto para esta retirada, coincidiendo con el aniversario número 40 de la patrulla.
La historia comenzó en 1985 gracias al esfuerzo del comandante Francisco Carrizosa, quien tras solo diez días de entrenamiento voló en esa primera actuación. Desde entonces, la Patrulla ha crecido y evolucionado sumando más pilotos y horas sobrevolando nuestros cielos. Hoy por hoy, son siete los aviones que componen este icónico escuadrón.
No podemos olvidar lo impresionante que era verles ejecutar esas coreografías llenas de precisión y valentía. Con nombres tan creativos como ‘cuña’, ‘flecha’ o ‘siete coronas’, cada figura requería no solo habilidad técnica sino también una concentración absoluta frente a los caprichos del tiempo. Y es que aquí en Europa pasamos rápidamente del cielo despejado a nubes amenazadoras.
A lo largo de los años han dejado huella con su estela de humo blanco desde 1988 y su toque especial con colores vibrantes desde la Expo ’92. Un símbolo que refleja no solo destreza sino también orgullo patrio.
Así se cierra un capítulo memorable para nuestra aviación acrobática; un legado que quedará grabado no solo en el cielo murciano sino también en el corazón de todos los que hemos tenido el privilegio de disfrutarlo.