MADRID, 12/06/2025.- La política española se encuentra en un auténtico torbellino. Todo comenzó cuando saltaron a la luz nuevos detalles sobre la implicación del hasta ahora secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, en el escándalo conocido como ‘caso Koldo’. Un informe de la UCO (Unidad Central Operativa) de la Guardia Civil ha revelado que Cerdán gestionó nada menos que 620.000 euros en «contraprestaciones económicas», supuestamente provenientes de la empresa Acciona, beneficiando al exministro José Luis Ábalos y su exasesor Koldo García.
Las reacciones no se han hecho esperar
Este escándalo ha desatado una reacción en cadena. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, rápidamente tomó distancia del Gobierno de Pedro Sánchez. De hecho, incluso se ha negado a participar en actos donde coincida con él. «Todo el respeto a la Casa Real, pero yo no voy a tener un acto compartido hoy con el señor Sánchez», afirmó Feijóo en los pasillos del Congreso.
No solo Feijóo se quedó fuera; Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, también decidió no asistir a una ceremonia clave que conmemora el 40 aniversario de España en las Comunidades Europeas. Esto deja claro cómo el PP está intentando distanciarse del Ejecutivo en medio de este ambiente tenso.
A pesar de las ausencias notables, el presidente del Senado, Pedro Rollán, sí estará presente, pero lo hará como representante institucional y no como miembro activo del Partido Popular. «No tengo actos institucionales con el señor Sánchez», reiteró Feijóo para dejar las cosas claras.
Mientras tanto, desde Asunción (Paraguay), donde participa en una cumbre internacional, Santiago Abascal, líder de Vox, no dudó en elevar aún más el tono contra Sánchez. Ha instado a Feijóo a que presente ya una moción de censura: «Es un deber echar a Pedro Sánchez del Gobierno». Según él, esta situación actual es una verdadera «gran estafa política» que debe ser corregida urgentemente.
Abascal está convencido de que si se presenta una moción para devolver la voz al pueblo y convocar elecciones inmediatas podría conseguir apoyos inesperados entre otros partidos. ¿Quién sabe? Tal vez veamos alguna sorpresa si algún diputado decide romper filas por dignidad.
A medida que avanza esta crisis política y con Cerdán como protagonista central por su conexión directa con lo más alto del PSOE y su confianza plena en Sánchez, las aguas parecen revueltas. Este escándalo ya no afecta solo al entorno cercano al exministro Ábalos; ahora puede salpicarnos a todos. Abascal sostiene firmemente que este Gobierno es una charca de corrupción y cree que cualquier diputado honesto debería apoyar un cambio inmediato.
El tiempo dirá cómo evoluciona esta situación tan delicada para un Ejecutivo ya tambaleante ante sus propias dificultades legislativas. Pero lo cierto es que los días venideros prometen ser muy intensos.