La escena es casi surrealista. En pleno Madrid, un bar que solía ser refugio de risas y buenos momentos se convierte en un espacio sombrío cuando la luz se apaga. Desde el mediodía, un apagón masivo ha dejado a España y a varios países del sur de Europa en la penumbra. No solo Madrid siente las consecuencias; lugares como Portugal, el sur de Francia, Andorra e incluso partes de Italia están lidiando con esta crisis eléctrica sin precedentes.
Las ciudades paralizadas ante la falta de luz
Las redes de transporte son las grandes perjudicadas. Los aeropuertos y estaciones de tren y metro son un caos total. El tráfico rodante también está sufriendo; los semáforos han dejado de funcionar, lo que provoca una sinfonía caótica en las calles más transitadas. Renfe ya ha anunciado que el tráfico ferroviario está detenido, dejando a miles de viajeros varados.
Y eso no es todo. Las comunicaciones también han caído en picado. ¿Internet? ¿Teléfono? Son lujos que ahora parecen lejanos mientras todos nos preguntamos qué ha podido causar este desastre. Mientras tanto, las empresas proveedoras trabajan a contrarreloj para devolvernos la normalidad que tanto anhelamos en este lunes oscuro.