En el corazón de La Rioja, donde los campos son más que tierras de cultivo, se vive una realidad económica que no podemos ignorar. Hablamos del desequilibrio comercial, un término que está cobrando más relevancia que nunca con el estallido de la guerra de aranceles impulsada por Donald Trump. Pero, ¿qué significa realmente este concepto? Según Jason Furman, quien fue economista jefe bajo la presidencia de Barack Obama, un déficit comercial es simple: gastas más en lo que compras del extranjero de lo que ellos te pagan por lo que les vendes.
Un vistazo a nuestra balanza comercial
En España, las cosas no son tan sencillas. El último informe del Ministerio de Economía para 2024 revela un crecimiento en nuestras exportaciones del 2,7% interanual solo en diciembre, alcanzando un total impresionante de 384.465 millones de euros durante todo el año. Sin embargo, la historia tiene su doble cara: a pesar de este incremento en las ventas al exterior, nuestro déficit comercial ha caído apenas un 0,7%, quedando en 40.276 millones de euros.
Interesantemente, el superávit comercial con la Unión Europea ha sido otro punto positivo; alcanzamos los 30.285 millones de euros, marcando 14 años consecutivos en números verdes. ¡Eso sí es una buena noticia! Y hablando del sector alimentario, se ha disparado como nunca antes; logramos un superávit histórico superior a los 18.044 millones. Parece que nuestros productos están triunfando allá afuera.
A pesar del optimismo generalizado, hay sombras que nos acechan. El déficit con Estados Unidos ha superado los 10.000 millones, lo cual nos recuerda cómo estos aranceles pueden afectar nuestras relaciones comerciales y nuestra economía local. En resumen, aunque estamos viendo luces brillantes en ciertos sectores, no podemos perder de vista los desafíos serios que enfrentamos como país.