En un giro inesperado del drama que envuelve al caso Jeffrey Epstein, Donald Trump ha salido a criticar la reciente publicación de fotografías que lo vinculan con el escándalo. Para él, estas imágenes pueden destruir la reputación de personas inocentes, solo porque hayan estado en el mismo lugar que el delincuente sexual. Y no se refiere únicamente a su propio nombre; menciona al ex presidente Bill Clinton, quien aparece en una foto en un jacuzzi rodeado de mujeres.
“Esto es terrible”, ha declarado Trump, dejando claro que siempre ha tenido una buena relación con Clinton. “No me gusta ver esas fotos; hay muchas personas que conocieron a Epstein de manera inocente y ahora están siendo arrastradas a este lío”, ha añadido. Es cierto, muchos se sienten indignados al ver cómo sus nombres quedan manchados por simplemente haber asistido a la misma fiesta que Epstein, un personaje conocido por su oscuro pasado.
El dilema de la transparencia
Mientras tanto, Clinton no se queda callado y exige que salgan a la luz todos los documentos relacionados con el caso. Asegura que hay alguien protegido detrás de esta situación y demanda transparencia del Departamento de Justicia. Su portavoz, Angel Ureña, subraya que “la Ley de Transparencia de los Archivos de Epstein obliga a presentar el expediente completo”. Pero lo cierto es que hasta ahora hemos visto más sombras que luces; gran parte de los nuevos documentos publicados están completamente censurados.
Parece ser que la retirada reciente de varias fotos del sitio web del Departamento ha alimentado aún más esta teoría sobre protección encubierta. “¿Quién o qué está siendo ocultado?”, se pregunta Ureña mientras lanza un desafío directo: “Instamos al presidente Trump a ordenar la publicación inmediata del material restante”. La tensión entre ambos bandos va en aumento y nos deja preguntándonos si estamos ante una simple batalla política o algo mucho más profundo.

