El Gobierno venezolano ha lanzado una contundente advertencia. Este lunes, en un mensaje claro y directo, han hecho hincapié en la «inacción» frente a lo que ellos consideran una clara «agresión» por parte de Estados Unidos. La comparación es fuerte: han citado el apaciguamiento ante el ascenso del nazismo en los años 30. Según ellos, ese mismo silencio podría llevarnos hacia un futuro incierto.
Un eco del pasado que no debemos ignorar
En palabras de Yván Gil, el ministro de Exteriores venezolano, «en la década de 1930, el mundo miró para otro lado y eso desató una tragedia humana sin precedentes». Hoy, advierten que si permitimos que continúe el uso unilateral de la fuerza y el saqueo de recursos naturales, estamos caminando hacia un conflicto global que podría afectar a todos.
La situación no solo tiene repercusiones políticas; también se traduce en inestabilidad económica. El Gobierno venezolano sostiene que estas acciones impactan negativamente en las economías más vulnerables del planeta. Pero hay más: los problemas climáticos también se suman al desastre potencial al afectar directamente el suministro energético y aumentar las emisiones contaminantes.
Parece claro para Venezuela: lo que está sucediendo no son incidentes aislados; es una estrategia sistemática de uso letal de la fuerza fuera de todo marco legal internacional. Han recordado cómo se ha escalado esta situación con despliegues militares e intervenciones cuestionables en aguas caribeñas.
Gil hace un llamado a la comunidad internacional: «Defender hoy a Venezuela es defender la paz y estabilidad mundial». En su misiva queda claro que no se trata solo de sus intereses, sino del bienestar global al condenar actos como los bloqueos militares y ejecuciones extrajudiciales. ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar antes de reaccionar?

