En una decisión que ha dejado a muchos con la boca abierta, las autoridades de Corea del Sur han decidido este lunes que no van a modificar su Constitución para reconocer a Corea del Norte como un país independiente. Todo esto sucede en medio de un intento por parte del presidente surcoreano, Lee Jae Myung, de mejorar las relaciones entre ambos países. Pero, ¿realmente hay espacio para el optimismo?
Un rechazo contundente y necesario
Desde el Ministerio de Unificación surcoreano han sido claros: no se está considerando ninguna reforma constitucional que permita tal reconocimiento. El portavoz Yun Min Ho ha afirmado rotundamente que “nunca se ha propuesto esto”, refiriéndose a rumores que han circulado por los medios sobre una posible enmienda. Además, no ha dudado en calificar dicha información como “falsa” y “distorsionada”. La realidad es que la Constitución actual define toda la península de Corea como territorio soberano de Corea del Sur, ignorando por completo al régimen norcoreano.
Curiosamente, esta situación ha cobrado protagonismo tras un reciente encuentro entre altos funcionarios rusos y surcoreanos donde se abordaron temas cruciales como la cuestión nuclear. En medio de todo este revuelo internacional, parece claro que las tensiones continúan marcando el día a día en la península. Mientras tanto, nosotros nos preguntamos: ¿será posible algún día derribar estos muros o seguiremos condenados al tira y afloja interminable?

