MADRID, 19 Dic. (EUROPA PRESS) – La tensión en el escenario internacional se siente cada vez más palpable. Este viernes, Donald Trump, presidente de Estados Unidos, ha soltado una bomba al afirmar que «no descarta» la opción de entrar en guerra con Venezuela. Todo esto sucede justo después de haber ordenado un contundente «bloqueo» a los petroleros que llegan y salen del país sudamericano y tras llevar a cabo bombardeos en el mar Caribe bajo la justificación de combatir el narcotráfico.
¿Hasta dónde llegarán?
En una entrevista con NBC, Trump dejó claro que no tiene intención de ocultar sus cartas: “No lo descarto, no”. Pero eso no es todo; también subrayó que no pretende discutir las implicaciones de sus acciones recientes, que ya han dejado un saldo trágico de más de cien muertos. El mandatario abrió la posibilidad a nuevos abordajes de buques en aguas venezolanas, dejando caer una advertencia bastante clara: “Si son suficientemente estúpidos como para seguir navegando, navegarán a uno de nuestros puertos”.
Su retórica ha sido sin duda provocadora y ha dado mucho que hablar. Cuando le preguntaron si su objetivo es derrocar al presidente Nicolás Maduro, Trump fue directo: “Él sabe exactamente qué quiere Washington. Lo sabe mejor que nadie”. En este clima tenso, también mencionó que no necesita el visto bueno del Congreso para llevar a cabo un ataque terrestre en Venezuela. Para él, lo hace en nombre de la lucha contra los cárteles de la droga; sin embargo, desde Caracas se ve como una excusa para justificar lo inevitable: una posible invasión.

