En un escenario marcado por la incertidumbre, el presidente electo de Chile, José Antonio Kast, ha hecho un llamado desde Buenos Aires a varios países de América Latina. Su propuesta es clara: abrir un corredor humanitario que permita devolver a los migrantes a sus países de origen, especialmente hacia Venezuela. «Necesitamos una coordinación para lograr esto», ha manifestado con firmeza ante los medios.
Unir fuerzas ante la crisis venezolana
Kast, quien se reunió con el presidente argentino Javier Milei, ha compartido que su idea ha sido bien recibida en las conversaciones mantenidas con líderes de Panamá, Costa Rica, El Salvador, Perú y Ecuador. Todos coinciden en que lo que ocurre en Venezuela es simplemente inaceptable. «Yo apoyo cualquier situación que termine con una dictadura», dijo sin tapujos refiriéndose al régimen venezolano.
El nuevo mandatario chileno también reflexionó sobre la situación migratoria actual. Reconoció que cuando un país recibe más del 11 o 12% de su población como inmigrante irregular, eso afecta tanto a los locales como a los propios migrantes. Chile se había convertido en un destino atractivo gracias a su estabilidad económica y su sistema educativo decente. Pero ahora enfrenta el desafío de más de 300.000 personas en situación irregular de entre más de dos millones de migrantes.
Kast fue claro al señalar que no tiene problema en recibir a quienes vienen a trabajar con contratos estables; pero insistió en la necesidad de respetar las leyes y normas existentes. La transparencia es clave, afirmó al mencionar casos donde personas abusaban del sistema sanitario chileno mientras disfrutaban vacaciones pagadas por todos.
Aparte del tema migratorio, Kast también confirmó una reunión programada para diciembre con la exmandataria Michelle Bachelet respecto a su candidatura para dirigir la Secretaría General de Naciones Unidas. Aunque hay diferencias políticas entre ellos, el nuevo presidente aseguró que siempre está dispuesto a escuchar.

