En un giro inesperado de los acontecimientos, Sergei Lavrov, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, ha salido al paso este lunes para lanzar una dura crítica hacia las principales capitales europeas. Según él, están poniendo «palos en las ruedas» a la iniciativa de paz que propone Estados Unidos para resolver la crisis en Ucrania. En una entrevista con la televisión rusa Rossiya 24, Lavrov no se ha cortado: «Europa está utilizando esta crisis como una oportunidad para reafirmarse y dificultar un acuerdo justo».
Un eco del pasado
El tono de sus palabras es claro y directo. Lavrov ha ido más allá al comparar la actitud europea con figuras históricas como Hitler y Napoleón. Para él, esto no es solo un desacuerdo político; es casi una repetición de viejos fantasmas. «Ahora Europa, junto a la Administración Biden hasta hace poco, intenta unir fuerzas para inyectar dinero y armas a Ucrania», afirma con preocupación. Esta retórica histórica no es casual; busca despertar emociones profundas en una sociedad que aún recuerda las cicatrices del pasado.
A lo largo de su discurso, Lavrov también subrayó que Estados Unidos parece estar diciendo a Europa que se encargue de sus propios asuntos: «No esperéis siempre nuestro apoyo en vuestras aventuras». Y claro, todo esto sucede mientras Washington enfoca su atención en desafíos más grandes como China.
No obstante, lo más desgarrador quizás sea cómo concluye su mensaje: «Europa está otra vez haciendo la guerra contra nuestro país con las manos y cuerpos ucranianos». Este lamento revela una profunda frustración ante lo que percibe como un resurgimiento del militarismo europeo.

