Hoy, la playa de Bondi, ese lugar que todos asociamos con el relax y la diversión bajo el sol, se ha convertido en un escenario de horror. Según han informado los servicios de Emergencias de Nueva Gales del Sur, al menos cuatro personas han resultado heridas tras un presunto ataque a tiros contra los bañistas. La Policía local ya ha detenido a dos sospechosos, pero las autoridades están trabajando a contrarreloj para esclarecer lo sucedido.
Un día que comenzó como cualquier otro
Las escenas descritas por testigos son desoladoras. El primer ministro australiano, Anthony Albanese, no ha tardado en reaccionar y ha calificado este suceso como “impactante y angustioso”. “Estamos al tanto de lo que ocurre y nuestras condolencias están con quienes han sido afectados”, dijo. En estos momentos difíciles, la Policía está instando a todos a evitar la zona mientras se lleva a cabo una operación en curso.
Lo más inquietante es que no hay claridad sobre quiénes son los responsables de este ataque. Múltiples testigos hablan de varios tiradores armados, pero las autoridades aún no han confirmado esta información. Lo que sí es cierto es que esta playa estaba celebrando la festividad judía de Janucá cuando ocurrió el incidente. Un contraste doloroso entre celebración y tragedia.
A medida que se desarrollan los acontecimientos, tres hospitales cercanos (St. Vincent, Royal Prince Alfred y St. George) ya están atendiendo a las víctimas. La comunidad está conmocionada; nadie espera algo así en un lugar donde la gente va para disfrutar del mar y el buen tiempo.

