En una noche que debería haber sido tranquila, la localidad de Pavlogrado, en Dnipropetrovsk, se vio sacudida por el horror. Al menos una persona ha perdido la vida y otras cuatro han quedado heridas debido a un ataque de las fuerzas rusas. El gobernador Vladislav Haivanenko no pudo contener su pesar al informar que la víctima mortal era un hombre de 71 años, quien sufrió el impacto de este brutal asalto.
Pero eso no es todo. Una mujer de 54 años está gravemente herida con quemaduras que ponen en riesgo su vida. Además, cinco viviendas han sido consumidas por las llamas y una ha quedado completamente arrasada. Es desgarrador pensar en cómo estos ataques se llevan vidas y sueños.
La sombra del conflicto se extiende
Este mismo día, Odesa también ha sentido el peso de la guerra. Un «ataque masivo» ha dejado a muchas casas sin electricidad y ha dañado seriamente la infraestructura energética de la ciudad. Las autoridades locales informaron a través de Telegram sobre los esfuerzos fallidos de los sistemas de defensa aérea para proteger a sus ciudadanos.
A medida que esta pesadilla continúa, Ucrania denuncia que Rusia lanzó cerca de 80 drones en un intento por desestabilizar aún más el territorio. Afortunadamente, las Fuerzas Armadas lograron derribar 64, pero algunos lograron colarse y caer sobre tierras ucranianas, aumentando el caos y el miedo entre la población.
Mientras tanto, Rusia afirma haber destruido 63 drones ucranianos desde primera hora del día sin dar detalles sobre posibles víctimas o daños materiales causados por estos ataques indiscriminados. La situación es cada vez más crítica y nos deja preguntándonos hasta cuándo se prolongará este sufrimiento.

