En un giro inesperado, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha expresado su satisfacción por el nuevo plan de seguridad presentado por Estados Unidos. Este jueves, en una declaración que ha capturado la atención de muchos, destacó que algunas de las ideas que él mismo había estado promoviendo en Europa están finalmente siendo escuchadas. «Lo que se siembra, se cosecha», afirmó con una sonrisa.
La voz de un líder
Orbán no se anduvo con rodeos. Para él, la Estrategia de Seguridad Nacional que lanzó la Casa Blanca la semana pasada es un reflejo claro del «largo callejón sin salida» económico en el que se encuentra una Europa cada vez más frágil y desconfiable. Según sus palabras, los problemas actuales han puesto en jaque no solo la economía sino también los valores fundamentales como la democracia y el libre mercado. En su cuenta de X, dejó claro que incluso Estados Unidos ha notado esta crisis civilizacional europea.
El primer ministro también aprovechó para señalar lo que considera un gran error: el distanciamiento entre los liberales europeos y Moscú. Orbán cree firmemente que es hora de reconstruir esas relaciones estratégicamente. «Estados Unidos ha entendido lo que nosotros venimos advirtiendo desde hace años: Europa está en declive», aseguró con firmeza.
Mientras tanto, Washington parece estar tomando nota. La reciente estrategia busca restaurar el liderazgo estadounidense en Occidente y revive una especie de nueva Doctrina Monroe para recuperar influencia perdida. Y sí, dentro de este contexto, destaca la urgencia por restablecer relaciones con Rusia ante lo que ellos mismos llaman un «borrado» de la civilización europea.
Así las cosas, Orbán ve esperanza donde otros ven desconfianza; quizás sea este un momento clave para repensar el futuro del viejo continente junto a aliados inesperados.

