En una noche que prometía ser decisiva, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, junto al presidente del Consejo Europeo, António Costa, y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, se reunieron con Volodimir Zelenski en Bruselas. Un encuentro donde quedó claro que Europa no va a dejar solo a Ucrania ni en las negociaciones ni en el campo de batalla.
Compromiso y esperanza
Zelenski, con esa mezcla de determinación y esperanza que lo caracteriza, pidió algo muy concreto: que cualquier “marco de paz” venga acompañado de una fecha clara para la entrada de Ucrania en la UE. Von der Leyen lo respaldó con fuerza al afirmar que el apoyo a Ucrania es inquebrantable y que hay que proteger su soberanía y seguridad. ¡Y vaya si se notó ese compromiso! La presidenta europea enfatizó que garantizar una defensa sólida para Ucrania es esencial también para la propia Unión Europea.
Rutte, sumando su voz al coro europeo, destacó los “buenos debates” mantenidos este lunes sobre cómo avanzar hacia esa paz justa tan anhelada. En medio de esta tormenta política y militar, Zelenski no se quedó atrás; describió la reunión como “buena y productiva”, revelando además detalles sobre sus conversaciones recientes con otros líderes mundiales. Con un mensaje claro en mente: asegurar un proceso de paz activo es fundamental.
A medida que todos los ojos se posan en Bruselas ante la próxima cumbre europea, donde el apoyo a Ucrania será uno de los ejes centrales —incluyendo un acuerdo para utilizar activos rusos congelados como parte del financiamiento necesario— las palabras de Von der Leyen resuenan firmes: “Nuestras propuestas están sobre la mesa”. La comunidad internacional observa expectante mientras se teje un hilo de esperanza entre diálogos estratégicos y decisiones cruciales.

