En un momento delicado, donde las balas vuelan y la paz parece desvanecerse, la Unión Europea ha hecho un llamado urgente a Tailandia y Camboya. Este lunes, les ha instado a ejercer la «máxima contención» tras los recientes enfrentamientos que amenazan con tirar por la borda los esfuerzos de paz logrados en esa declaración conjunta del pasado 26 de octubre. Las noticias no son buenas; cuatro vidas se han perdido y nueve personas han resultado heridas debido a ataques del Ejército tailandés en zonas como Preah Vihear y Oddar Meanchey.
La escalada de hostilidades no puede continuar
Desde el lado camboyano, se afirma que Tailandia reaccionó ante ataques desde su frontera, lo cual también dejó un soldado tailandés muerto. Ante esta escalofriante realidad, la UE no ha podido contener su preocupación. Han señalado que este intercambio de disparos representa una clara escalada de hostilidades que debe detenerse ya. «Ambos países deben actuar con moderación», insisten, recordando las promesas hechas en aquella declaración del 26 de octubre. Además, se muestran dispuestos a apoyar cualquier medida para aliviar tensiones, incluso el desminado humanitario.
Francia también se ha sumado al clamor internacional; pronto expresó su inquietud por el resurgimiento de estas tensiones y pidió el respeto absoluto al alto el fuego establecido desde julio. Su Ministerio de Exteriores sostiene que el diálogo es la única vía hacia una solución duradera y pacífica.

