MADRID, 8 Dic. (EUROPA PRESS) – Este lunes, el Reino Unido ha decidido no quedarse de brazos cruzados ante la creciente amenaza de Rusia. Las autoridades han presentado un innovador programa de tecnología de guerra submarina que promete cambiar las reglas del juego en el Atlántico Norte. La clave: unos sensores equipados con Inteligencia Artificial que buscan hacer frente a los intentos de Moscú por monitorizar nuestros cables y tuberías bajo el agua.
El Gobierno británico no se ha andado con rodeos al anunciar el programa Bastión Atlántico, diseñado para convertir al país en un fortín más seguro frente a estas nuevas amenazas submarinas. El ministro de Defensa, John Healey, eligió la base naval de Portsmouth para dar a conocer esta iniciativa que cuenta con una inversión millonaria destinada al desarrollo de estos sensores vitales. “Hemos notado un aumento en la actividad rusa cerca de nuestras costas y esto requiere una respuesta”, dijo Healey.
A la caza del enemigo en alta mar
Según Healey, Putin está moviendo ficha para modernizar su flota y atacar infraestructuras esenciales como cables y gasoductos, todo esto en medio del conflicto bélico en Ucrania. Por eso, este nuevo sistema Bastión Atlántico busca crear una fuerza naval híbrida avanzada capaz de defender no solo al Reino Unido sino también a sus aliados de la OTAN.
“Con esta tecnología podremos localizar, seguir y actuar contra cualquier adversario en vastas áreas del océano”, subrayó Healey. Es claro que las cosas están cambiando: “La gente necesita entender que enfrentamos nuevas amenazas. Esta era exige una defensa renovada y debemos actuar con rapidez para innovar”, añadió el ministro, quien destacó que este sistema es verdaderamente pionero.
A medida que avanzamos hacia un futuro incierto, queda claro que el Reino Unido se está preparando para lo que venga, combinando lo último en tecnología militar con buques y aeronaves modernas. Al fin y al cabo, es nuestra seguridad la que está en juego.

