Este domingo, Hong Kong se prepara para una jornada electoral que llega marcada por la tragedia. Tras el devastador incendio en el complejo Wang Fuk Court, donde más de 150 vidas se apagaron, el ambiente es sombrío y la preocupación está palpable entre los ciudadanos. Sin embargo, el Gobierno ha decidido seguir adelante con las elecciones legislativas, argumentando que son cruciales para consolidar reformas y ayudar en la reconstrucción de la región.
Un referéndum disfrazado
El ejecutivo liderado por John Lee sostiene que estos comicios son esenciales para mantener la estabilidad en este rincón del mundo. Pero, ¿realmente hay espacio para la esperanza? Muchos expertos ven estas elecciones como un referéndum sobre cómo se ha manejado la crisis y critican abiertamente la represión que sufren aquellos que se atreven a levantar la voz contra el poder.
Bajo un sistema que parece diseñarse exclusivamente para «patriotas», solo aquellos aprobados por el Gobierno pueden presentarse. Y mientras las autoridades refuerzan su presencia policial prometiendo seguridad, los activistas están viendo cómo sus compañeros han sido encarcelados o han tenido que abandonar su hogar. La historia reciente nos recuerda cómo en 2019 las voces disidentes lograron hacerse escuchar al conseguir más de la mitad de los escaños. Hoy, esa realidad parece lejana.
A pesar del despliegue policial y las detenciones por llamar al boicot, hay quienes mantienen viva la llama de la participación. Las autoridades intentan animar a los ciudadanos a votar proporcionando líneas de autobús especiales. Pero ante una atmósfera tan pesada tras lo sucedido en Tai Po, muchos temen que esta vez acudir a las urnas sea complicado.
El inspector Chan Man Hei dejó claro: “Tendremos tolerancia cero con quienes intenten interferir”. Sin embargo, ¿a qué costo? Las elecciones prometen ser todo menos democráticas si no hay espacio para todos los puntos de vista. A medida que nos acercamos al día D, queda una pregunta flotando en el aire: ¿será posible transformar este dolor colectivo en un impulso hacia un futuro mejor?

