Las conversaciones entre Washington y Kiev siguen su curso este sábado. En medio de un clima tenso, los representantes de ambos gobiernos han dejado claro que cualquier esperanza de poner fin a la guerra en Ucrania está atada a la disposición de Moscú. Este mensaje se ha repetido tras dos días intensos de diálogo, donde el Ejecutivo ucraniano ha vuelto a exigir que se garantice la independencia y soberanía del pueblo ucraniano.
Un camino hacia la paz
El secretario de Seguridad Nacional y del Consejo de Defensa de Ucrania, Rustem Umerov, no ha dudado en señalar que el progreso real depende únicamente del compromiso serio que muestre Rusia hacia una paz duradera. Durante una reunión con Steven Witkoff, enviado especial de EEUU para la paz, Umerov destacó que es crucial adoptar medidas “creíbles” para lograr un alto el fuego efectivo. Ambos países están claros: es esencial frenar los asesinatos y avanzar hacia una desescalada real.
Este encuentro fue el sexto en pocas semanas y se centró en revisar lo discutido previamente entre EEUU y Rusia. La necesidad apremiante de poner fin al conflicto es cada vez más evidente; después de casi cuatro años, las partes involucradas saben que deben trabajar juntas para evitar nuevas agresiones. Umerov también mencionó un plan integral para hacer que Ucrania emerja más fuerte y próspera tras la guerra.
Entre los temas candentes tratados recientemente estaban cuestiones sobre seguridad regional y las capacidades necesarias para asegurar una paz sostenible. Se abordaron ideas sobre cómo apoyar la reconstrucción del país tras el conflicto, así como iniciativas económicas conjuntas entre Estados Unidos y Ucrania.
Aunque los detalles exactos sobre las próximas conversaciones aún son inciertos, Umerov confirmó que seguirán adelante con este diálogo vital. Mientras tanto, el ministro ucraniano Andri Sibiga ha compartido su optimismo tras las recientes interacciones con el enviado estadounidense, afirmando que hay señales positivas en este proceso hacia la paz.

