El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, ha vuelto a dar que hablar este viernes tras rechazar varios nombramientos propuestos por el jefe del Ejército, Eyal Zamir. En un movimiento que no ha pasado desapercibido, Katz se opuso al ascenso de alrededor de 40 militares, dejando claro que aquellos que ‘prediquen la no violencia’ no tendrán cabida en las Fuerzas de Defensa de Israel.
En declaraciones contundentes, Katz explicó su decisión: ‘He informado al jefe del Estado Mayor mi rechazo al nombramiento del coronel German Giltman, uno de los líderes de Hermanos en Armas‘, un grupo compuesto por veteranos y reservistas que han levantado la voz contra el actual Gobierno. Este colectivo ha clamado en varias ocasiones por nuevas elecciones y un reclutamiento más equitativo entre los judíos ultraortodoxos.
Un conflicto creciente
Katz no se detuvo ahí; afirmó sin rodeos que ‘cualquiera que predique y aliente el incumplimiento no servirá en las Fuerzas de Defensa’. Esto implica que todos los ascensos o nombramientos deberán pasar su particular filtro. El coronel Giltman, quien dejó el Ejército en 2022, había expresado anteriormente su renuencia a ‘servir en un lugar que no es una democracia’, dejando entrever la presión sobre los militares en este contexto tan tenso. Mientras tanto, Zamir proponía su retorno a las Fuerzas Armadas para ocupar un rol clave en las Fuerzas Terrestres. Con estas palabras, Katz sienta un precedente inquietante que podría marcar el rumbo futuro del Ejército israelí.

