MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) – La Asamblea General de Naciones Unidas ha tomado una decisión crucial al aprobar una resolución que exige el retorno de todos los niños ucranianos que han sido forzados a abandonar su hogar y trasladados a Rusia en medio de la invasión que comenzó hace casi cuatro años. Con un claro respaldo de 91 votos a favor, 12 en contra y 57 abstenciones, este organismo internacional ha lanzado un grito desesperado para que Rusia garantice el regreso inmediato y seguro de estos pequeños, quienes han sido deportados o llevados sin su consentimiento.
Una voz que retumba
El documento no solo pide la vuelta de los niños; también exige detener prácticas inaceptables como el traslado forzoso, la separación de sus familias y el adoctrinamiento. La presidenta de la Asamblea General, Annalena Baerbock, lo ha expresado con claridad: «Imagina ser un joven de 16 años en un día cualquiera… cuando, sin previo aviso, soldados armados irrumpen en tu hogar y te llevan lejos, a un destino desconocido». Es una historia desgarradora que no puede dejar indiferente a nadie.
Además, Baerbock recordó que el Derecho Internacional es contundente al respecto: el artículo 49 de la Convención de Ginebra prohíbe estas atrocidades. No se trata solo de política; se trata del futuro y bienestar de esos niños que merecen volver a casa.

