El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no se ha quedado callado y ha denunciado este lunes lo que él considera un intento de «alterar los resultados» de las elecciones en Honduras. A través de su red social Truth Social, dejó claro que esto podría tener graves consecuencias. «Parece que Honduras está tratando de cambiar los resultados de sus elecciones presidenciales. Si lo hacen, habrá que pagar un alto precio», comentó con esa confianza que lo caracteriza.
Un escrutinio polémico
En estos momentos, el Consejo Nacional Electoral (CNE) se encuentra en pleno proceso de conteo y ya han llegado al 56,85 por ciento del total de actas. La situación es tensa; el ultraderechista Nasry Asfura y el conservador Salvador Nasralla están tan empatados que parece una partida de ajedrez donde cada movimiento cuenta, ambos rondando el 39,9 por ciento. Mientras tanto, la embajada estadounidense en Tegucigalpa lanza un mensaje muy diferente: «mantengamos la calma mientras esperamos los resultados oficiales». Ellos enfatizan que los números son preliminares y que hay que dejar que el proceso llegue a su fin.
Según el último boletín del CNE, Asfura lidera con 746.708 votos (39,93 por ciento), mientras Nasralla le sigue muy cerca con 745.620 votos (39,87 por ciento). ¡Menos de mil votos! Es como si estuvieran corriendo una maratón donde cada segundo cuenta. Y no podemos olvidar a Rixi Moncada del Partido Libertad y Refundación (Libre), quien ocupa el tercer lugar con 358.300 votos (19,16 por ciento).
Así están las cosas en Honduras: un panorama electoral lleno de incertidumbre y tensión donde cada decisión puede desencadenar una avalancha.

