En Bruselas, el 2 de diciembre, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha dejado claro este martes que cualquier decisión relacionada con la Alianza en el contexto del acuerdo de paz con Rusia será cosa de los aliados. ¿Y qué pasó? El plan inicial del presidente estadounidense, Donald Trump, ya había puesto un freno a la entrada de Ucrania en la OTAN. “Cuando hablemos de los puntos que tocan a la OTAN para poner fin a esta guerra en Ucrania, lo haremos aparte y, por supuesto, implicará a la propia OTAN”, sentenció Rutte durante una rueda de prensa previa a la reunión de ministros de Exteriores que se celebrará este miércoles.
Un camino lleno de incertidumbre
El líder neerlandés también ha reconocido los esfuerzos estadounidenses para alcanzar un acuerdo y ha enfatizado que hay una coordinación estrecha entre las delegaciones estadounidense y atlántica. Sin embargo, no se engañen; cada detalle relacionado con la OTAN se tratará como si fuera un asunto delicado y separado. “Hay que empezar por algún lado. Es necesario tener propuestas sobre la mesa”, apuntó Rutte, subrayando que es vital seguir adelante tras las conversaciones previas entre ucranianos y estadounidenses tanto en Ginebra como en Miami.
Aunque el optimismo está presente al afirmar que Ucrania y toda la alianza están esforzándose por llegar a un entendimiento, Rutte fue claro: “Se necesita atraer a Rusia al acuerdo”. Porque como bien dice el refrán: “Para bailar un tango hacen falta dos”. Sin embargo, no todo es sencillo cuando hablamos de Moscú.
Sobre las dudas acerca de si Ucrania podrá finalmente ser parte de la OTAN, el ex primer ministro fue tajante. La cumbre prevista para Washington en 2024 deja claro que su camino hacia la Alianza es “irreversible”, aunque también recordó que no hay consenso total dentro del bloque sobre su adhesión. “Ucrania ha solicitado su entrada pero sabemos que no hay unanimidad sobre ello”, declaró.
De cara al futuro acuerdo de paz, dejó caer algo importante: debe incluir garantías para asegurar la protección de Kiev. Si no logran entrar en la OTAN, habrá que pensar en cómo garantizar su seguridad mediante otros medios o apoyos externos para evitar más agresiones rusas.”

