El ambiente está tenso y la incertidumbre se palpa en el aire. En medio de esta situación, el Departamento de Defensa de Estados Unidos ha dejado claro que no se quedará de brazos cruzados si Nicolás Maduro, el presidente venezolano, decide huir. En una rueda de prensa celebrada este martes, la portavoz del Pentágono, Kingsley Wilson, afirmó que tienen un plan listo para actuar en caso de que eso suceda.
La lucha contra el narcotráfico en el horizonte
Con la mirada puesta en el Caribe y el Pacífico, donde han intensificado su despliegue militar bajo la excusa de combatir al narcotráfico, Wilson aseguró que están preparados para “hacer lo que sea necesario”. Ella enfatizó: “Siempre estamos listos. Cada ataque realizado es una defensa crucial para proteger a nuestro pueblo”. Este discurso se vuelve aún más contundente cuando mencionó los 21 ataques realizados desde septiembre y las 82 vidas que se han llevado por delante en esta guerra contra los llamados “narcoterroristas”.
Parece ser que cada movimiento está calculado; cada acción justificada como parte de una misión innegociable. La portavoz insistió: “Sabemos quiénes son y qué llevan”, refiriéndose a quienes intentan introducir drogas en Estados Unidos. La Casa Blanca también confirmó un segundo ataque dirigido a los sobrevivientes de un primer bombardeo. Aquí se siente la presión: decisiones tomadas por altos mandos militares con la firme intención de eliminar cualquier amenaza.
Así estamos, con unos líderes decididos a mantener su postura ante una crisis compleja y multidimensional. Pero entre tanta estrategia militar, surge una pregunta inevitable: ¿hasta dónde llegarán realmente? El tiempo dirá si estas acciones traerán seguridad o solo aumentarán las tensiones en un panorama ya complicado.

