El viernes 28 de noviembre nos llega una noticia desgarradora desde el sur de Gaza. En Bani Suheila, el Ejército israelí ha lanzado un ataque con drones que ha acabado con la vida de al menos un palestino. Abdulá Wajdi Rizq Hamad es su nombre, y su historia se suma a las muchas que resuenan en esta región marcada por la violencia. Según el hospital Nasser, donde se confirmó su fallecimiento, no se trata solo de una cifra más; detrás hay vidas, sueños y familias.
La escalofriante realidad de Gaza
Este lamentable hecho no es un caso aislado. La agencia de noticias palestina WAFA nos alerta sobre otros bombardeos que han tenido lugar no solo en Jan Yunis, sino también en Rafá. Desde que comenzó el conflicto el 7 de octubre, ya son más de 350 los palestinos que han perdido la vida a manos del Ejército israelí. Y lo que es aún más escalofriante: la cifra total asciende a casi 70.000 muertes y cerca de 171.000 heridos desde entonces.
Con cada ataque, la comunidad internacional observa atónita cómo se repite esta dolorosa historia sin encontrar respuestas ni soluciones reales. ¿Hasta cuándo seguirán tirando a la basura las esperanzas y los anhelos de paz? Este es un momento para reflexionar sobre lo que está sucediendo y cómo esto afecta a todos nosotros.

