En un giro inesperado para la política argentina, Javier Milei, el nuevo presidente del país, ha decidido designar a Carlos Presti, actual jefe del Estado Mayor del Ejército, como el próximo ministro de Defensa. Esta elección marca un hito, ya que es la primera vez desde que Argentina recuperó la democracia que un militar ocupa este cargo.
La toma de posesión será el próximo 10 de diciembre, y con ella se espera que Presti tome las riendas del Ministerio encargado de la defensa nacional y las Fuerzas Armadas. En su lugar, Alejandra Monteoliva será quien se encargue de la Seguridad, sustituyendo a Patricia Bullrich. No podemos pasar por alto que tanto Petri como Bullrich seguirán involucrados en la política: Petri se trasladará a la Cámara de Diputados y Bullrich asumirá un rol destacado en el Senado.
La visión detrás del nombramiento
El comunicado presidencial resalta que Carlos Presti tiene una trayectoria impecable dentro del ámbito militar y confía en que su liderazgo ayude a poner fin a lo que ellos llaman “la demonización” de los miembros de las Fuerzas Armadas. Petri expresó su satisfacción al saber que alguien con tanta experiencia al mando continuará gestionando temas tan críticos para el país.
Monteoliva también llega al ministerio con una carga importante sobre sus hombros; hasta ahora ha sido parte fundamental de la conocida Doctrina Bullrich, centrada en una lucha dura contra el narcoterrorismo y las organizaciones criminales. En redes sociales, Bullrich no escatimó elogios hacia Monteoliva y agradeció a Milei por mantener una línea dura: “el que las hace, las paga”, remarcó.
Tanto Presti como Monteoliva parecen tener claras sus metas: reforzar la seguridad y restaurar el orden en las calles argentinas. Con esta nueva estructura ministerial bajo el ala de Milei, muchos observan cómo estos cambios pueden marcar un rumbo significativo para Argentina hacia adelante.

