En un giro inesperado de los acontecimientos, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha confirmado que se ha llevado a cabo un ataque aéreo en el sur de Beirut. El objetivo era nada menos que Haizam Alí Tabatabai, el segundo al mando de Hezbolá. Pero, la verdad es que aún no sabemos si realmente lo han alcanzado.
Según el Ministerio de Salud libanés, hay al menos un muerto y 21 heridos, uno de ellos en estado crítico. Las cifras son alarmantes y reflejan la brutalidad del conflicto. Mientras tanto, el Ejército libanés ha acordonado la zona afectada: dos pisos de un edificio residencial en el barrio de Haret Hreik.
Un ataque que despierta tensiones
Este bombardeo es el primero en meses contra la capital libanesa y se produce justo después de que Israel lanzara lo que describe como un «ataque de precisión» contra una figura clave dentro del grupo chií. Alí Tabatabai es visto como una pieza fundamental en la estructura de poder del partido-milicia, siendo la mano derecha del secretario general Naim Qassem.
Aunque esta zona había quedado relativamente fuera del alcance israelí desde el alto al fuego pactado hace un año, parece que las tensiones resurgen. La agencia NNA ha reportado no solo víctimas humanas, sino también daños materiales significativos en este bastión considerado por Israel como estratégico.
A pesar del silencio momentáneo tras ese alto al fuego, Israel no ha dejado de actuar en otras áreas del sur de Líbano con ataques justificados como intentos para evitar la reestructuración militar de Hezbolá. Mientras esto ocurre, el Gobierno libanés sigue denunciando estas acciones y exigiendo que se respete su soberanía para garantizar seguridad.

