El pasado sábado, en un giro esperanzador, el secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Rustem Umerov, hizo un anuncio que resonó con fuerza en los corazones de muchos: se ha llegado a un acuerdo con Rusia para intercambiar 1.200 prisioneros por bando. Este acuerdo cuenta ya con la bendición del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
«Por orden del presidente de Ucrania he estado en contacto con mediadores en Turquía y Emiratos Árabes Unidos», compartió Umerov a través de su cuenta de Telegram, dejando claro que la reanudación del proceso no solo es un objetivo, sino una necesidad apremiante para las familias afectadas. Y es que tras estas intensas negociaciones, Moscú y Kiev han decidido activar los Acuerdos de Estambul. «Esto significa la liberación de 1.200 ucranianos», puntualizó Umerov, mientras se preparan para las próximas conversaciones técnicas.
Una Navidad en casa
El mensaje es claro: el esfuerzo es incesante. «Estamos trabajando sin descanso para que los ucranianos puedan volver a casa justo a tiempo para celebrar el Año Nuevo y la Navidad junto a sus seres queridos», subrayó el funcionario. Además, se supo que también discutió con el primer ministro qatarí sobre la repatriación de menores bajo tutela que fueron trasladados a Rusia desde las zonas controladas por las fuerzas rusas en el este de Ucrania.
No obstante, no todo son buenas noticias; Zelenski también mencionó en su discurso vespertino que Rusia ha vuelto a incumplir los plazos establecidos para tomar Pokrovska y Kupianska, regiones críticas rodeadas por sus fuerzas. La situación sigue siendo tensa y complicada.

