La situación en el Caribe se ha vuelto a complicar. Este lunes, el Pentágono llevó a cabo un nuevo ataque que dejó cuatro muertos, marcando otro capítulo oscuro en su historia reciente. En medio de esta escalada de violencia, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, anunció con bombos y platillos la operación ‘Lanza del Sur’, dirigida a combatir lo que él llama los «narcoterroristas de nuestro hemisferio».
Con un tono decidido, Hegseth afirmó: «Hoy anuncio la operación Lanza del Sur (…) elimina a los narcoterroristas de nuestro hemisferio y protege nuestra patria de las drogas que están matando a nuestra gente». Esas palabras resonaron fuerte y claro desde su cuenta oficial en X. Y es que no es para menos; hace apenas un día, se había desplegado un nuevo portaaviones en aguas latinoamericanas.
Números alarmantes y decisiones apresuradas
Apenas horas después del anuncio, llegaron noticias devastadoras sobre otros ataques recientes que han cobrado más vidas: cuatro personas muertas en el último operativo del ejército estadounidense. Ya son 80 las víctimas reportadas desde mediados de septiembre debido a una serie de bombardeos dirigidos contra lo que ellos consideran narcolanchas. ¡Es un verdadero desastre!
No podemos ignorar el contexto; esto no es solo una cuestión militar, sino una realidad desgarradora para muchas comunidades afectadas por la violencia y la falta de recursos. Lo cierto es que cada vez se siente más como si nuestras decisiones se estuvieran tomando sin contemplaciones ni diálogo alguno con quienes realmente sufren las consecuencias.

